La comunidad armenia de Argentina denunció los ataques a la ciudad siria de Kessab, con mayoría de población armenia, por parte de mercenarios relacionados con Al-Qaeda y apoyados por el gobierno de Turquía entre el 21 y el 24 de marzo.
Durante ese fin de semana, grupos armados cruzaron la frontera turca y asaltaron a la población de Kessab, dejando un saldo de unas 670 familias refugiadas y un número aún sin identificar de rehenes, sumado al saqueo de viviendas y negocios. Actualmente, la ciudad se encuentra vacía. En la incursión militar, el gobierno de Turquía otorgó ayuda militar a los grupos armados y derribó un avión sirio que se encontraba defendiendo a la población de Kessab.
El embajador de Armenia en Argentina, Vahagn Melikian, expresó su "profunda preocupación" por la escalada de la situación e informó que "Armenia en muchas ocasiones ha planteado la cuestión de la necesidad urgente de la protección de las minorías étnicas y religiosas, incluyendo los armenios, en el conflicto armado en Siria, que se han encontrado en situación de extrema vulnerabilidad y se han convertido en blanco principal".
Por su parte, Kissag Mouradian, el Arzobispo Primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, dijo que "lo que sucedió en Kessab nos hace recordar y a sentir lo que nos pasó en 1915, porque, aunque en menor escala, es otro genocidio contra la población armenia", mientras que pidió "que la historia no se repita".
"¿Hasta cuando seguiremos soportando la brutal impunidad de la que gozan países como Turquía, que en los últimos cien años masacró y deportó por tercera vez, primero en 1909 y luego en 1915, a la población de armenios de Kessab?", se preguntó Carolina Karagueuzian, directora del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica en Buenos Aires.
El Ing. Eduardo Torosian, presidente de la comunidad armenia de Córdoba, agregó que "es el mismo gobierno turco que no solo sigue financiando e incentivando la matanza indiscriminada de armenios, sino que también sigue manteniendo la ocupación de Chipre, la persecución de otras minorías como los kurdos y la prohibición a toda la población del país del uso de redes sociales, como Twitter".
El Departamento de Estado de EE.UU. se mostró "profundamente preocupado" por los hechos, al igual que la cancillería de Rusia, que en un comunicado repudió la violencia y denunció que en los ataques se utilizaron misiles de guerra disparados desde Turquía.
La diáspora armenia, junto con numerosos políticos y personalidades que defienden los derechos humanos, está llevando a cabo una campaña bajo el slogan #SaveKessab para denunciar el hecho.
La famosa actriz y modelo Kim Kardashian se sumó a la campaña, llamando a que "la historia no se repita" y relatando que "como armenia, crecí oyendo muchas historias dolorosas". "Si no saben lo que está pasando en Kessab, por favor googleenlo, es desgarrador", escribió Kim en su cuenta de Twitter, mientras que su hermana Khloé dijo que tenía "el corazón roto". La cantante Cher y el baterista de Blink-182, Travis Barker, se sumaron al hashtag #SaveKessab.
Mientras que el representante de Siria en la ONU acusó a Turquía de repetir el genocidio de 1915, los propios ciudadanos de Kessab, evacuados en la ciudad de Latakia, firmaron una carta dirigida a la comunidad internacional, donde relataron que "nos despertamos con el horror de una lluvia de misiles cayendo en nuestra ciudad", misiles que "se dispararon desde Turquía para destruir la hermosa Kessab y celebrar el 100º aniversario del genocidio armenio". Además de criticar al gobierno de Turquía, que según ellos "apoya y facilita el asesinato de kessabtsís por terroristas", puntualizaron que "no tenemos nada contra el pueblo turco. Vivimos como vecinos con ellos y queremos seguir haciéndolo".