"En reconocimiento al valor y la autodeterminación del pueblo de Azerbaiyán", los fundamentos del proyecto plantean que "los primeros años de independencia fueron eclipsados por la guerra de Nagorno Karabaj con su vecina Armenia", mientras que, en los últimos años, "Azerbaiyán no solo ha logrado pacificar la región sino hacer grandes esfuerzos para abrirse al mundo formando parte de varias organizaciones internacionales, logrando una estabilidad económica y política para su pueblo".
El proyecto de ley, que pasará por la comisión de Cultura, generó airadas críticas dentro de la comunidad armenia: "Dentro de la aparente neutralidad del proyecto se esconde una estrategia más amplia por parte de las autoridades de Azerbaiyán, quienes buscan lavar su imagen y ocultar sus constantes violaciones a los derechos humanos. La embajada de Azerbaiyán en Argentina se abrió específicamente, según sus propios diplomáticos, para confrontar con los ciudadanos argentinos de origen armenio, quienes hace casi 100 años mantienen una lucha activa contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad", explicó Carolina Karagueuzian, directora del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica en Buenos Aires.
"El proyecto dice que Azerbaiyán logró pacificar la región, cuando en realidad tiene una política de boicot contra las mediaciones en el conflicto con Karabaj y su presidente amenaza continuamente con reanudar la guerra. Por otra parte, el presidente de Azerbaiyán declaró el 3 de septiembre pasado que Turquía y Azerbaiyán trabajarán juntos para 'acabar con el mito del Genocidio Armenio' en el 2015, año del centenario del Genocidio. Es inadmisible que la Ciudad de Buenos Aires otorgue un espacio para que el lobby azerí continúe difundiendo su propaganda negacionista, justamente en un momento en que la ciudad se prepara para conmemorar los 100 años de este crimen contra la humanidad".
Además, Karagueuzian recordó que "la diplomacia azerí intentó llevar a cabo un proyecto similar en la Ciudad de México hace 2 años, cuando se quiso instalar una estatua del exdictadur Heydar Aliyev, padre del actual presidente azerí, Ilham Aliyev. Cuando la comunidad armenia local presentó sus argumentos en contra, las autoridades locales decidieron dar marcha atrás con el proyecto. También, en 2010, el gobierno porteño, gracias a la acción de la comunidad armenia, canceló la colocación de una estatua de Mustafá Kemal Atatürk, uno de los máximos reponsables del genocidio contra los armenios".
