"Durante esta Santa Misa, la historia fue instrumentalizada para fines políticos", agregó la cancillería turca, que a la vez denunció que el Papa Francisco está "bajo la influencia de la narrativa armenia" que, según el gobierno de Turquía, "persiste para derivar la enemistad de la historia en lugar de dejar un legado de amistad y paz para las generaciones futuras".
"La Santa Sede no está para dar crédito a las interpretaciones unilaterales de los acontecimientos históricos y la discriminación religiosa, sino más bien para apoyar enfoques de paz y conjuntas que garanticen un lenguaje global que rechace la discriminación étnica y religiosa, especialmente hoy en día cuando nuestro mundo se enfrenta a enfrentamientos, divisiones y la intolerancia", acusó la cancillería turca, a pesar de que el Papa pidió "que los pueblos de Armenia y Turquía retomen el camino de la reconciliación" y manifestó que "a pesar de los conflictos y tensiones, los armenios y turcos han vivido largos períodos de coexistencia pacífica en el pasado y, aun en medio de la violencia, se han vivido momentos de solidaridad y ayuda mutua". El comunicado se conoció horas después de que se llame a consultas al embajador de Turquía en el Vaticano.
Luego de la misa, el Dr. Hugo Kuyumdjian, presidente de la Asociación Cultural Armenia y uno de los participantes de la delegación que viajó al Vaticano, expresó que "es profundamente conmovedor ver los esfuerzos de este Sumo Pontífice por acompañar las causas históricas y presentes de búsqueda de verdad y justicia".
"La declaración del Papa sin eufemismos ni juegos de palabras viene de demostrar cuán fuerte es su compromiso con la ética", indicó Khatchik DerGhougassian profesor de la Universidad de San Andrés. "Sus palabras no se limitaron a la mención del exterminio de los armenios como el primer genocidio del siglo XX, tal como Rafael Lemkin lo había sostenido cuando definía el término jurídico en 1944: sostuvo también que la negación del crimen es su continuación y, a la vez, hizo el paralelo histórico entre el aniquilamiento de los armenios, la primera nación cristiana en el mundo, hace cien años atrás y la limpieza religiosa del Medio Oriente que se lleva adelante, cuyas víctimas son esencialmente los cristianos", agregó.
Por su parte, Jorge Dolmadjian, miembro de la Comisión Conmemorativa del Centenario del Genocidio Armenio en Argentina, advirtió que "la verdadera discriminación es la negación de un crimen de lesa humanidad". "El gobierno de Turquía, que mantiene como política de Estado la censura a toda disidencia, no va a escatimar esfuerzos en demonizar al Papa Francisco y redoblar su propaganda negacionista", denunció.
