"Sé muy bien que sus padres, sus abuelos, a lo mejor ustedes mismos, han llegado a nuestra tierra empujados por acontecimientos dolorosos en momentos durísimos, quizás de los más duros que ha debido sufrir un pueblo todo, como fue el genocidio de 1915". Con esas palabras, pronunciadas en la Asociación Cultural Armenia, lugar donde estará la placa de homenaje, Alfonsín se convirtió en el primer presidente argentino en reconocer públicamente el genocidio contra el pueblo armenio perpetrado por el Estado turco.
Raúl Alfonsín con la comunidad armenia en 1987. |
"Es incomprensible la actitud de Turquía", había expresado en otro acto comunitario, en noviembre de 2007. "Nadie se ha sentido menoscabado y humillado cuando se pidió perdón en la Argentina. Los militares pidieron perdón por lo que hicieron a través del terrorismo de Estado. La Iglesia argentina pidió perdón porque sostuvo que no había hecho todo lo posible para combatir ese terrorismo de Estado". Según el expresidente, esas actitudes no significaron "una humillación", sino "algo que hemos ponderado los argentinos". "Lo mismo, pienso yo, puede suceder en el mundo si el gobierno turco, si el pueblo turco, reconocieran lo que todos sabemos".
"No hay posibilidad de una paz en el mundo si primero no hay ética, si no reconocemos primero la necesidad de luchar solidariamente por los países que menos tienen y luchar contra todos los genocidios que se han producido en el mundo. Muy particularmente, por este que yo creo es el único que todavía no ha sido admitido", cerró Alfonsín esa noche.
El camino del reconocimiento argentino del Genocidio Armenio, que comenzó con Alfonsín, continuó con la Ley 26.199, aprobada por el Congreso en diciembre de 2006 y promulgada en enero de 2007 por Néstor Kirchner, que declara todos los 24 de Abril como el "Día por la tolerancia y el respeto entre los pueblos" en conmemoración del genocidio que sufrió el pueblo armenio.